La realidad social de nuestro país nos ha ido orillando poco a poco a ir aumentando el ritmo de vida, trabajos con jornadas extendidas, personas que tienen que doblar jornadas para poder obtener mayores ingresos, familias en las cuales ambos padres deben de laborar dejando menos tiempo para dedicarse al hogar y en concreto a la cocina.

Este ritmo de vida provoca que se deje de cocinar en casa y se opte por comidas rápidas o chatarras, cambiar un agua realizada de manera natural con fruta, por una procesada y saborizada o por refrescos, cambiar el picar fruta por yogures etc, hasta volver este un modo de vida que empieza a perjudicar nuestra salud, provocando obesidad, diabetes y problemas de caries en todas edades.

Estos problemas serios de salud no solo acontecen en nuestro país, sino que es un problema generalizado, por lo cual la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo ha reconocido y ha implementado programas e investigaciones a efectos de prever los niveles óptimos de azucares que debería de consumir una persona por día, así mismo ha implementado e impulsado programas que deberían de seguir los países a efecto de combatir estos problemas de salud, uno de ellos es el implementar mayores impuestos a los alimentos y bebidas azucaradas a efectos de reducir su ingesta diaria por la población, otro mas es el que las empresas o la industria que los elabora deban plasmar en sus envases las cantidades de azucares que contiene su porción.

La azúcar es un hidrato de carbono que en su forma natural los más comunes son la glucosa, la fructosa, la sacarosa y la lactosa, empero esta misma se divide en dos:

  • Azucares libres.- Son azucares refinados y/o añadidos a los alimentos y bebidas, estos se componen de monosacáridos que son la fructosa y la glucosa, disacáridos que son la maltosa, la sacarosa o azúcar de mesa y los azucares presentes de forma natural en la miel, zumos, jarabes o concentrados, endulzocolorantes entre otros con la finalidad de mejorar los sabores, las texturas y preservar.
  • Azucares Intrínsecos.- Son los presentes de forma natural en las frutas y verduras enteras y frescas, es decir azucares sin refinar y sin añadidura alguna, es decir fructosa, glucosa, lactosa, sacarosa, galactosa y maltosa.

La ingesta de azucares libres conlleva al incremento drástico de la ingesta calórica, la cual no es más que las calorías necesarias para mantener las funciones vitales del cuerpo que se obtienen de los carbohidratos, proteínas y grasas mediante la digestión de alimentos y de los procesos metabólicos, por lo cual, si esta ingesta se incrementa exponencialmente al ingerir bebidas o alimentos con altos contenidos de azucares libres, el cuerpo humano terminara por tener una descompensación de azúcar y generar los problemas de salud mencionados arriba, es decir, obesidad, diabetes y problemas serios de caries.

Así pues, la OMS de sus diversos estudios y pruebas realizadas ha fijado el criterio del nivel de azúcar ideal que se debe de consumir por la población, pues basados en estudios científicos se determino que un consumo de azucares libres mayor al 10% de la ingesta calórica total repercute en el peso de las personas y en su salud, es decir la ingesta de azucares libres al día de una persona que consume una dieta de 2000 calorías debe de ser de 50 gramos de azúcar libre en adultos y en niños debe de ser de 25 gramos.

Ahora bien si se pretende buscar un beneficio efectivo en la salud de las personas la recomendación de ingesta diaria de azúcar libre debe de ser de menos del 5% de la ingesta calórica total, es decir en adultos menos de 25 gramos de azúcares libres al día y en niños menos de 12 gramos.

Ahora bien el Estado Mexicano ha justamente incrementado los impuestos a las bebidas y alimentos azucarados pero ha incumplido respecto del sistema de etiquetado, nuestro país mediante las NOM o Normas Oficiales Mexicanas y a través de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios y el Comité Consultivo de Normalización de Seguridad al Usuario, Información Comercial y Prácticas de Comercio de la Secretaria de Economía y la Secretaria de Salud regula actualmente el tema del etiquetado frontal de alimentos procesados y bebidas no alcohólicas, empero ha sido beneficiando al sector industrial a costa de la salud de las personas y ignorando las directrices implementadas por la OMS.

Esto es así, pues el sistema de etiquetado en México tiene muchas irregularidades a razón de los siguientes puntos:

  • En primer lugar no divide los tipos de azucares (intrínsecos y libres), solo se maneja de forma genérica azucares totales lo que dificulta que las personas puedan diferenciar que contenido de azucares libres o nocivos para su salud contiene;
  • En segunda no contiene un parámetro contra el cual comparar la ingesta de azucares libres, es decir no muestra cual es el porcentaje recomendado de ingesta diaria;
  • En tercero es confuso ya que emplea las medidas en kilocalorías lo cual obliga a las personas a tener que realizar operaciones matemáticas a efectos de poder dirimir cual es la equivalencia entre kilocalorías y gramos de azúcar libre que contiene un producto; y
  • La base que tiene el sistema de etiquetado en nuestro país es de 360 kilocalorías y el de la OMS es de 200 kilocalorías, es decir este margen de 160 kilocalorías provoca que sea aceptado un consumo mucho mayor que el recomendado por la OMS, es pues, una simulación realizada para beneficio de la industria.

Pues las personas piensan que el consumir un refresco de cola de 600 ml por ejemplo esta dentro de los parámetros y que no daña a su salud, sin embargo la realidad es que contiene 252 kilocalorías lo que es igual a 63 gramos de azúcar, es decir 13 gramos mas de los recomendados por la OMS, atentando con ello los Derechos a la Salud y a la Información de las personas consumidoras de dichos productos.

Esta problemática fue impugnada en su momento por la Asociación Civil “El Poder del Consumidor”, misma que representa los intereses de los consumidores mediante juicio de amparo indirecto y fue ganado en primera instancia para efectos de que se realizaran las adecuaciones correctas en el sistema de etiquetado y se ordenaran publicar para que las empresas empezaran a aplicarlo en sus productos a la brevedad pero la COFEPRIS y la PROFECO impugnaron dicha determinación por lo cual el 21 de Febrero de 2018, nuestro Máximo Tribunal del País decidió atraer el amparo en revisión 7/2017 para resolver en definitiva tal asunto.

Esto debe de ser necesariamente resuelto por la Suprema Corte de Justicia de la Nación a favor de las personas consumidoras, pues en efecto se transgreden los derechos fundamentales de la información y el derecho a la salud al no manejarse información clara y concisa de fácil entendimiento para la población y aumentar los problemas de salud como la obesidad, la diabetes y las caries dentales.

Lic. Victor Vizzuett